LA PAZ, Bolivia.- El presidente de Bolivia, Evo Morales, se declaró ganador de las elecciones realizadas el domingo, y acusó a la oposición de orquestar un golpe de Estado. Ayer hubo marchas que denunciaban que los comicios fueron manipulados.
El más reciente recuento oficial -actualmente congelado en casi el 97% de los votos- mostró que Morales obtuvo un 46,49% de los sufragios, cerca de 9,5 puntos por delante de su principal rival, Carlos Mesa, pero por debajo de la ventaja de 10 puntos porcentuales que necesita para evitar una segunda vuelta.
En un encendido discurso realizado en La Paz, Morales criticó los hechos violentos de la víspera, que incluyeron la quema de oficinas electorales y enfrentamientos entre policía y manifestantes, a los que apuntó como focos instigados por la oposición y la intervención extranjera.
“He convocado a esta conferencia para denunciar ante el pueblo boliviano y el mundo entero: está en proceso un golpe de Estado. Anticipadamente, se prepararon la derecha con apoyo internacional para un golpe de Estado”, dijo Morales. Hizo un llamamiento a los bolivianos a “defender la democracia”. Más tarde, el líder de origen aymara buscó, en un evento en Cochabamba, el apoyo de las fuerzas militares, una fuente de apoyo político clave.
Sin aceptar la derrota, Mesa llamó a realizar “protestas permanentes” hasta que se confirme que habrá segunda vuelta en los comicios.
El Comité Cívico Pro Santa Cruz y el Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade) convocaron a un paro “cívico” por tiempo indefinido, que unió a la oposición en la protesta contra el escrutinio.
El paro cobró fuerza en Santa Cruz, uno de los departamentos que integran la región más productiva y rica de Bolivia y bastión de la oposición a Morales. En la capital departamental, Santa Cruz de la Sierra, hubo heridos por enfrentamientos entre oficialistas y opositores en la plaza del Plan Tres Mil. Los choques se registraron cuando comerciantes afines al Movimiento al Socialismo (MAS) intentaron cumplir sus actividades con normalidad y fueron atacados por opositores, en hechos que dejaron dos heridos.
En las demás regiones no había señales de acatamiento. Miles de personas de concentraron en las calles de La Paz para defender el “proceso democrático” y a su líder, Evo Morales.
La Organización de Estados Americanos (OEA), encargada de supervisar las elecciones, cuestionó el recuento de votos y adujo un inexplicable cambio en la tendencia de sufragios, lo que dañó la confianza de los votantes en el proceso. Insistió en que Morales no podía proclamarse ganador y recomendó que, aún si logra una distancia de 10 puntos respecto de su contendor más cercano, el país debería realizar una segunda vuelta electoral. (Télam-Reuters)